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domingo, 6 de marzo de 2016

Deberes: ¿sí o no?



                  
¿Ayudan a consolidar conocimientos? ¿Sirven para crear hábitos de trabajo? 
Las opiniones están divididas, pero todas abogan por racionalizarlos 

ELENA SEVILLANO 

“Tenemos el sistema educativo con más horas lectivasde Europa, y a continuación metemos hasta tres horas más de trabajo en casa. No tiene sentido”, reflexiona Enric Roca, profesor de Pedagogía de la Universidad Autónoma de Barcelona. 

La pedagoga Maite Rodríguez Estévez, que hace notar cómo la propia palabra remite a obligación, a “algo chungo”, estima que no deberían empezar antes de 3º de Primaria, y no ocupar más de una hora diaria, tiempo de lectura incluido; a partir de 6º, hora y media; en Secundaria, “no más de dos horas”, calcula. “Los niños tienen que ser niños, jugar, tener vida”, enfatiza. 

Un informe elaborado en 2011 por el Consejo Escolar de Navarra sobre la incidencia de los deberes en los hogares constata que “hay un determinado número de alumnos que no disponen de nivel cultural o económico para tener en casa extensas bibliotecas, ordenadores o conexión a Internet. Las tareas para casa las cumplen más y mejor los alumnos favorecidos, creando mayores diferencias formativas entre unos y otros, y ampliando la brecha del estrato cultural entre los alumnos en la sociedad”. 

Rodríguez Estévez opina que las tareas escolares deberían ser cosas como reforzar la lengua elaborando la lista de la compra, y las matemáticas calculando las medidas para un bizcocho; ir a la biblioteca; leer o resolver dudas delante de Internet. “Desarrollar competencias, no contenidos”, insiste. “Memorizar es bueno, pero cosas significativas, que sean útiles. 

Los niños finlandeses no dedican más de media hora diaria a los deberes, en su país no son importantes; los coreanos van a una academia privada después de clase. Así, de manera tan radicalmente opuesta se lo han planteado los dos modelos educativos más exitosos del mundo. Mientras que en España machacamos mucho para obtener luego unos resultados mediocres. 

“La falta de calidad no se compensa con cantidad. Si voy mal en matemáticas, doy más matemáticas. ¡No! Reflexiona sobre cómo estás dando esas matemáticas, porque hacer lo mismo, pero más, llevará al mismo fracaso”, razona. 

Enric Roca apela a una mayor personalización, trabajo por proyectos vitales, con el profesorado haciendo equipo y con la ayuda de las TIC. Y con tareas, por qué no, pero razonables, adecuadas, y con apoyo desde casa.




Actividades

1. ¿Sabes qué son los deberes?

2. ¿La misma palabra en tu lengua tiene connotaciones negativas o positivas?

3. Comenta con qué opiniones estás de acuerdo. Valora las opiniones dadas en el texto.  Justifica tus respuestas.

“Yo no creo que en las casas tenga que haber una biblioteca para hacer los
deberes…”
“Me parece exagerado el volumen de deberes que mandan a los niños”.

4. ¿Por cuáles de estas palabras puedes reemplazar las señaladas en el texto?
Completamente contrario

Tener 
Tiempo de clase 
Impacto
Hacer pensar en 
Conducir

5. ¿Crees que dedicar más de una hora diaria al trabajo extraescolar es demasiado?

6. ¿Sabes cuántas horas lectivas tienen los alumnos de primaria y secundaria
en tu país? Busca la información y coméntalo con tus compañeros.

7. ¿Qué entiendes tú por tener vida si hablamos de los niños? ¿Y los adultos?

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